lunes, 15 de septiembre de 2014

La luna. The Moon. Pixar




Este cortometraje producido por Pixar relata el proceso de maduración de un niño que debe trabajar con su padre y su abuelo, y decidir si quiere seguir sus pasos o buscar un nuevo camino.

Escrito y animado por Enrico Casarosa fue nominado a los Óscar en 2011 en la categoría de cortometrajes animados.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

El elefante encantado. Jorge Bucay

martes, 22 de abril de 2014

DÍA INTERNACIONAL DEL LIBRO. IN MEMORIAM DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ


El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarías con el dedo. Todos los años, por el mes de marzo, una familia de gitanos desarrapados plantaba su carpa cerca de la aldea, y con un grande alboroto de pitos y timbales daban a conocer los nuevos inventos. Primero llevaron el imán. Un gitano corpulento, de barba montaraz y manos de gorrión, que se presentó con el nombre de Melquiades, hizo una truculenta demostración pública de lo que él mismo llamaba la octava maravilla de los sabios alquimistas de Macedonia. Fue de casa en casa arrastrando dos lingotes metálicos, y todo el mundo se espantó al ver que los calderos, las pailas, las tenazas y los anafes se caían de su sitio, y las maderas crujían por la desesperación de los clavos y los tornillos tratando de desenclavarse, y aun los objetos perdidos desde hacía mucho tiempo aparecían por donde más se les había buscado, y se arrastraban en desbandada turbulenta detrás de los fierros mágicos de Melquíades. «Las cosas, tienen vida propia -pregonaba el gitano con áspero acento-, todo es cuestión de despertarles el ánima.» José Arcadio Buendía, cuya desaforada imaginación iba siempre más lejos que el ingenio de la naturaleza, y aún más allá del milagro y la magia, pensó que era posible servirse de aquella invención inútil para desentrañar el oro de la tierra. Melquíades, que era un hombre honrado, le previno: «Para eso no sirve.» Pero José Arcadio Buendía no creía en aquel tiempo en la honradez de los gitanos, así que cambió su mulo y una partida de chivos por los dos lingotes imantados. Úrsula Iguarán, su mujer, que contaba con aquellos animales para ensanchar el desmedrado patrimonio doméstico, no consiguió disuadirlo. «Muy pronto ha de sobrarnos oro para empedrar la casa», replicó su marido. Durante varios meses se empeñó en demostrar el acierto de sus conjeturas. Exploró palmo a palmo la región, inclusive el fondo del río, arrastrando los dos lingotes de hierro y recitando en voz alta el conjuro de Melquíades. Lo único que logró desenterrar fue una armadura del siglo xv con todas sus partes soldadas por un cascote de óxido, cuyo interior tenía la resonancia hueca de un enorme calabazo lleno de piedras. Cuando José Arcadio Buendía y los cuatro hombres de su expedición lograron desarticular la armadura, encontraron dentro un esqueleto calcificado que llevaba colgado en el cuello un relicario de cobre con un rizo de mujer. con un rizo de mujer. En marzo volvieron los gitanos. Esta vez llevaban un catalejo y una lupa del tamaño de un tambor, que exhibieron como el último descubrimiento de los judíos de Amsterdam. Sentaron una gitana en un extremo de la aldea e instalaron el catalejo a la entrada de la carpa. Mediante el pago de cinco reales, la gente se asomaba al catalejo y veía a la gitana al alcance de su mano. «La ciencia ha eliminado las distancias», pregonaba Melquíades. «Dentro de poco, el hombre podrá ver lo que ocurre en cualquier lugar de la tierra, sin moverse de su casa.» Un mediodía ardiente hicieron una asombrosa demostración con la lupa gigantesca: pusieron un montón de hierba seca en mitad de la calle y le prendieron fuego mediante la concentración de los rayos solares. José Arcadio Buendía, que aún no acababa de consolarse por el fracaso de sus imanes, concibió la idea de utilizar aquel invento como un arma de guerra. Melquíades, otra vez, trató de disuadirlo. Pero terminó por aceptar los dos lingotes imantados y tres piezas de dinero colonial a cambio de la lupa. Úrsula lloró de consternación. Aquel dinero formaba parte de un cofre de monedas de oro que su padre había acumulado en toda una vida de privaciones, y que ella había enterrado debajo de la cama en espera de una buena ocasión para invertirías. José Arcadio Buendía no trató siquiera de consolarla, entregado por entero a sus experimentos tácticos con la abnegación de un científico y aun a riesgo de su propia vida. Tratando de demostrar los efectos de la lupa en la tropa enemiga, se expuso él mismo a la concentración de los rayos solares y sufrió quemaduras que se convirtieron en úlceras y tardaron mucho tiempo en sanar. Ante las protestas de su mujer, alarmada por tan peligrosa inventiva, estuvo a punto de incendiar la casa. Pasaba largas horas en su cuarto, haciendo cálculos sobre las posibilidades estratégicas de su arma novedosa, hasta que logró componer un manual de una asombrosa claridad didáctica y un poder de convicción irresistible. Lo envió a las autoridades acompañado de numerosos testimonios sobre sus experiencias y de varios pliegos de dibujos explicativos, al cuidado de un mensajero que atravesó la sierra, y se extravió en pantanos desmesurados, remontó ríos tormentosos y estuvo a punto de perecer bajo el azote de las fieras, la desesperación y la peste, antes de conseguir una ruta de enlace con las mulas del correo. A pesar de que el viaje a la capital era en aquel tiempo poco menos que imposible, José Arcadio Buendia prometía intentarlo tan pronto como se lo ordenara el gobierno, con el fin de hacer demostraciones prácticas de su invento ante los poderes militares, y adiestrarlos personalmente en las complicadas artes de la guerra solar. Durante varios años esperó la respuesta. Por último, cansado de esperar, se lamentó ante Melquíades del fracaso de su iniciativa, y el gitano dio entonces una prueba convincente de honradez: le devolvió los doblones a cambio de la lupa, y le dejó además unos mapas portugueses y varios instrumentos de navegación. De su puño y letra escribió una apretada síntesis de los estudios del monje Hermann, que dejó a su disposición para que pudiera servirse del astrolabio, la brújula y el sextante. José Arcadio Buendía pasó los largos meses de lluvia encerrado en un cuartito que construyó en el fondo de la casa para que nadie perturbara sus experimentos. Habiendo abandonado por completo las obligaciones domésticas, permaneció noches enteras en el patio vigilando el curso de los astros, y estuvo a punto de contraer una insolación por tratar de establecer un método exacto para encontrar el mediodía. Cuando se hizo experto en el uso y manejo de sus instrumentos, tuvo una noción del espacio que le permitió navegar por mares incógnitos, visitar territorios deshabitados y trabar relación con seres espléndidos, sin necesidad de abandonar su gabinete. Fue ésa la época en que adquirió el hábito de hablar a solas, paseándose por la casa sin hacer caso de nadie, mientras Úrsula y los niños se partían el espinazo en la huerta cuidando el plátano y la malanga, la yuca y el ñame, la ahuyama y la berenjena. De pronto, sin ningún anuncio, su actividad febril se interrumpió y fue sustituida por una especie de fascinación. Estuvo varios días como hechizado, repitiéndose a sí mismo en voz baja un sartal de asombrosas conjeturas, sin dar crédito a su propio entendimiento. Por fin, un martes de diciembre, a la hora del almuerzo, soltó de un golpe toda la carga de su tormento. Los niños habían de recordar por el resto de su vida la augusta solemnidad con que su padre se sentó a la cabecera de la mesa, temblando de fiebre, devastado por la prolongada vigilia y por el encono de su imaginación, y les reveló su descubrimiento. La tierra es redonda como una naranja...

miércoles, 26 de marzo de 2014

Platero y Juan Ramón Jiménez

Se cumplen cien años de la primera publicación del libro de Juan Ramón Jiménez. La primera edición se publicó en Madrid en 1914 (Ediciones de la lectura) y en 1917 aparece la edición completa




Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro. Lo dejo suelto y se va al prado y acaricia tibiamente, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas... Lo llamo dulcemente: ¿Platero?, y viene a mí con un trotecillo alegre, que parece que se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal...




jueves, 20 de marzo de 2014

DÍA MUNDIAL DE LA POESÍA




Al celebrar el Día Mundial de la Poesía el 21 de marzo, la UNESCO reconoce el valor del símbolo de la creatividad humana que tiene el arte poético. Al mismo tiempo, también es un homenaje a todas las mujeres y hombres que luchan cada día por crear un mundo mejor usando tan solo las palabras como herramienta.


Lo que no se apaga

Soy la insistencia, el embate del agua contra las rocas,
el viento que se enreda en el velamen
y hace sonar la música doliente de las hojas del chopo.
Soy el regreso, el susurro insidioso de lo caduco ya,


la imagen que los párpados cerrados multiplican,
el filo del insomnio abriendo túneles
en la mente, hiel en las comisuras,
acíbar en los labios.
Soy la locura, un tañedor de flauta con una cerbatana
que hiriera de belleza los oídos del mundo,
de soledad los dedos
que aferran su inocencia corrompida.

Pilar Blanco

martes, 18 de marzo de 2014

Educación literaria

lunes, 3 de marzo de 2014

El hombre sin Whatsapp . Cortometraje




Los problemas tecnológicos  nos hace reflexionar sobre las otras cosas importantes de la vida.

miércoles, 15 de enero de 2014

Juan Gelman

Ha muerto a los 83 años Juan Gelman, premio Cervantes 2007

Juan Gelman, que nació en Buenos Aires el 3 de mayo de 1930, ha vivido como exiliado en Roma, Madrid, Managua, París, Nueva York y México, alternando su actividad política contra la dictadura militar con trabajos para la UNESCO. En su extensa carrera ha sido galardonado con el Premio Nacional de Poesía, el premio Cervantes, el premio Pablo Neruda y el premio Reina Sofía de Poesía.

Desde que en 1956 publicó su primer libro, 'Violín y otras cuestiones', Gelman comenzó a ser conocido por Latinoamérica con obras como 'El juego en el que andamos', 'Velorio del solo' o 'Gotán'.

"No creo que llegue a los cien años. Y aunque quiero ver casarse a mis nietos o tener algún bisnieto, creo que Dios, si existe debe estar aburridísimo de su eternidad", decía hace un año.

"El poeta no escribe para vivir, sino que vive para escribir".






Verdad es
Cada día
me acerco más a mi esqueleto.
Se está asomando con razón.
Lo metí en buenas y en feas sin preguntarle nada,
él siempre preguntándome, sin ver
cómo era la dicha o la desdicha,
sin quejarse, sin
distancias efímeras de mí.
Ahora que otea casi
el aire alrededor,
qué pensará la clavícula rota,
joya espléndida, rodillas
que arrastré sobre piedras
entre perdones falsos, etcétera.
Esqueleto saqueado, pronto
no estorbará tu vista ninguna veleidad.
Aguantarás el universo desnudo.

28 de octubre de 2013. Último poema dedicado a Joaquín Sabina


EL JUEGO EN QUE ANDAMOS

Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta salud de saber que estamos muy enfermos,
esta dicha de andar tan infelices.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta inocencia de no ser un inocente,
esta pureza en que ando por impuro.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
este amor con que odio,
esta esperanza que come panes desesperados.
Aquí pasa, señores,
que me juego la muerte.

Del libro El juego en que andamos (Buenos Aires, 1956-1958)

domingo, 24 de noviembre de 2013

25 de noviembre. Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer



«Acojo con beneplácito el coro de voces que piden que se ponga fin a la violencia que afecta a alrededor de una de cada tres mujeres a lo largo de su vida. Aplaudo a los dirigentes que están ayudando a promulgar leyes y a hacerlas cumplir, y a cambiar mentalidades. Rindo homenaje, además, a todos los héroes en el mundo que ayudan a las víctimas a sanar y a convertirse en agentes de cambio.»
Mensaje del Secretario General, Ban Ki-moon
en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer


sábado, 5 de octubre de 2013

Día Mundial de los Docentes


Día Mundial de los Docentes 2013: ¡Un llamamiento a la docencia!

 “¡Un llamamiento a la docencia!” es el lema del Día Mundial de los Docentes 2013 (5 de octubre), que la UNESCO celebra conjuntamente con sus asociados, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Internacional de la Educación (IE).

Habida cuenta de que los docentes son la fuerza más enérgica en pro de la equidad, el acceso y la calidad de la enseñanza, un llamamiento a la docencia significa una exhortación en favor de la educación de calidad para todos.

La educación de calidad ofrece esperanza y entraña la promesa de mejores niveles de vida. No hay cimiento más sólido para la paz duradera y el desarrollo sostenible que una educación de calidad, impartida por maestros competentes, estimados, apoyados y motivados. 


 "Los conocimientos profesionales y las competencias de los docentes constituyen el factor de mayor importancia para la educación de calidad. En este Día Mundial de los Docentes, pedimos que los maestros reciban una sólida capacitación previa y un apoyo y una formación profesional permanentes..."

Irina Bokova, Directora General de la UNESCO

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Flores póstumas. Teresa Sebastián




TERESA SEBASTIÁN nació y creció en Bilbao, donde cursó sus estudios de Arte. Actualmente vive en Madrid. Ha publicado los poemarios: Óxido en Bilbao, La noche incandescente (Ed. Libertarias), Frágil (Huerga y Fierro editores) y ha dirigido en esta misma editorial la colección Libros de Yggdrassil. Es autora del disco-libro “Incandescente”, de próxima publicación. Desde 1998 está comprometida en la búsqueda de diálogos de su poesía con la música, en particular con Paisajes Sonoros obtenido en grabaciones de campo, Músicas de Improvisación libre, y en co-creación con reconocidos músicos de diferentes estilos y países, como Suso Saiz, Luis Paniagua, Javier Paxariño, Juan Carlos Blancas, Niraj Kumar, Llorenç Barber, Chefa Alonso... Sus propuestas de escena han sido llevadas al Museo Nacional Reina Sofía, Museo Würth, Teatro Galileo, Círculo de Bellas Artes, El Teatro Español, Casa de la India, Casa Museo de Antonio Machado... Desde 2009 fue iniciadora y directora artística del festival POESÍA EN CONCIERTO, con sede en el Teatro Español, contribuyendo con numerosas acciones en los nuevos caminos de la poesía hablada en castellano. De próxima aparición son sus libros: Los días silenciosos, Camino de la Tierra, Los sueños secretos de Kaspar Hausser. De su obra se ha dicho que contagia un idealismo apasionado en el que como en los grandes poetas, los mitos dan significado al mundo contemporáneo. T.S. ha dirigido en 2013 el documental "Latidos", en torno a la obra del video artista Benjamín Larrea.

martes, 11 de junio de 2013

El Principito y el zorro






Capítulo XXI
Entonces apareció el zorro:
-¡Buenos días! -dijo el zorro.
-¡Buenos días! -respondió cortésmente el principito que se volvió pero no vio nada.
-Estoy aquí, bajo el manzano -dijo la voz.
-¿Quién eres tú? -preguntó el principito-. ¡Qué bonito eres!
-Soy un zorro -dijo el zorro.
-Ven a jugar conmigo -le propuso el principito-, ¡estoy tan triste!
-No puedo jugar contigo -dijo el zorro-, no estoy domesticado.
-¡Ah, perdón! -dijo el principito.
Pero después de una breve reflexión, añadió:-¿Qué significa "domesticar"?


-Tú no eres de aquí -dijo el zorro- ¿qué buscas?
-Busco a los hombres -le respondió el principito-. ¿Qué significa "domesticar"?
-Los hombres -dijo el zorro- tienen escopetas y cazan. ¡Es muy molesto! Pero también crían gallinas. Es lo único que les interesa. ¿Tú buscas gallinas?
-No -dijo el principito-. Busco amigos. ¿Qué significa "domesticar"? -volvió a preguntar el principito.
-Es una cosa ya olvidada -dijo el zorro-, significa "crear vínculos... "
-¿Crear vínculos?
-Efectivamente, verás -dijo el zorro-. Tú no eres para mí todavía más que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos y no te necesito para nada. Tampoco tú tienes necesidad de mí y no soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si tú me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo...
-Comienzo a comprender -dijo el principito-. Hay una flor... creo que ella me ha domesticado...
-Es posible -concedió el zorro-, en la Tierra se ven todo tipo de cosas.
-¡Oh, no es en la Tierra! -exclamó el principito.
El zorro pareció intrigado: -¿En otro planeta?
-Sí.
-¿Hay cazadores en ese planeta?
-No.
-¡Qué interesante! ¿Y gallinas?
-No.
-Nada es perfecto -suspiró el zorro.


Y después volviendo a su idea:-Mi vida es muy monótona. Cazo gallinas y los hombres me cazan a mí. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres son iguales; por consiguiente me aburro un poco. Si tú me domesticas, mi vida estará llena de sol. Conoceré el rumor de unos pasos diferentes a todos los demás. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra; los tuyos me llamarán fuera de la madriguera como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves allá abajo los campos de trigo? Yo no como pan y por lo tanto el trigo es para mí algo inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada y eso me pone triste. ¡Pero tú tienes los cabellos dorados y será algo maravilloso cuando me domestiques! El trigo, que es dorado también, será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo.

El zorro se calló y miró un buen rato al principito:-Por favor... domestícame -le dijo.

-Bien quisiera -le respondió el principito pero no tengo mucho tiempo. He de buscar amigos y conocer muchas cosas.
-Solo se conocen bien las cosas que se domestican -dijo el zorro-. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Lo compran todo hecho en las tiendas. Y como no hay tiendas donde vendan amigos, los hombres no tienen ya amigos. ¡Si quieres un amigo, domestícame!


-¿Qué debo hacer? -preguntó el principito.
-Debes tener mucha paciencia -respondió el zorro-. Te sentarás al principio un poco lejos de mí, así, en el suelo; yo te miraré con el rabillo del ojo y tú no me dirás nada. El lenguaje es fuente de malos entendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...

El principito volvió al día siguiente.
-Hubiera sido mejor -dijo el zorro- que vinieras a la misma hora. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde; desde las tres yo empezaría a ser dichoso. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto, descubriré así lo que vale la felicidad. Pero si tú vienes a cualquier hora, nunca sabré cuándo preparar mi corazón... Los ritos son necesarios.

-¿Qué es un rito? -inquirió el principito.
-Es también algo demasiado olvidado -dijo el zorro-. Es lo que hace que un día no se parezca a otro día y que una hora sea diferente a otra. Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito. Los jueves bailan con las muchachas del pueblo. Los jueves entonces son días maravillosos en los que puedo ir de paseo hasta la viña. Si los cazadores no bailaran en día fijo, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.


De esta manera el principito domesticó al zorro. Y cuando se fue acercando el día de la partida:-
¡Ah! -dijo el zorro-, lloraré.
-Tuya es la culpa -le dijo el principito-, yo no quería hacerte daño, pero tú has querido que te domestique...
-Ciertamente -dijo el zorro.
- ¡Y vas a llorar!, -dijo el principito.
-¡Seguro!
-No ganas nada.
-Gano -dijo el zoro- he ganado a causa del color del trigo.


Y luego añadió:
-Vete a ver las rosas; comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás a decirme adiós y yo te regalaré un secreto.El principito se fue a ver las rosas a las que dijo:-No son nada, ni en nada se parecen a mi rosa. Nadie las ha domesticado ni ustedes han domesticado a nadie. Son como el zorro era antes, que en nada se diferenciaba de otros cien mil zorros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.

Las rosas se sentían molestas oyendo al principito, que continuó diciéndoles:-Son muy bellas, pero están vacías y nadie daría la vida por ustedes. Cualquiera que las vea podrá creer indudablemente que mi rosa es igual que cualquiera de ustedes. Pero ella se sabe más importante que todas, porque yo la he regado, porque ha sido a ella a la que abrigué con el fanal, porque yo le maté los gusanos (salvo dos o tres que se hicieron mariposas ) y es a ella a la que yo he oído quejarse, alabarse y algunas veces hasta callarse. Porque es mi rosa, en fin.Y volvió con el zorro.


-Adiós -le dijo.
-Adiós -dijo el zorro-. He aquí mi secreto, que no puede ser más simple : solo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos.
-Lo esencial es invisible a los ojos -repitió el principito para acordarse.
-Lo que hace más importante a tu rosa, es el tiempo que tú has perdido con ella.
-Es el tiempo que yo he perdido con ella... -repitió el principito para recordarlo.
-Los hombres han olvidado esta verdad -dijo el zorro-, pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Tú eres responsable de tu rosa...
-Yo soy responsable de mi rosa... -repitió el principito a fin de recordarlo.



sábado, 1 de junio de 2013

Tu infancia en mentón. Federico García Lorca

 «Poesía es la unión de dos palabras
que uno nunca supo que pudieran juntarse,
 y que forman algo así como un misterio.»
Federico García Lorca 


Tu infancia en mentón

Sí, tu niñez ya fábula de fuentes.
El tren y la mujer que llena el cielo.
Tu soledad esquiva en los hoteles
y tu máscara pura de otro signo.
Es la niñez del mar y tu silencio
donde los sabios vidrios se quebraban.
Es tu yerta ignorancia donde estuvo
mi torso limitado por el fuego.
Norma de amor te di, hombre de Apolo,
llanto con ruiseñor enajenado,
pero, pasto de ruina, te afilabas
para los breves sueños indecisos.
Pensamiento de enfrente, luz de ayer,
índices y señales del acaso.
Tu cintura de arena sin sosiego
atiende sólo rastros que no escalan.
Pero yo he de buscar por los rincones
tu alma tibia sin ti que no te entiende,
con el dolor de Apolo detenido
con que he roto la máscara que llevas.
Allí, león, allí, furia del cielo,
te dejaré pacer en mis mejillas;
allí, caballo azul de mi locura,
pulso de nebulosa y minutero,
he de buscar las piedras de alacranes
y los vestidos de tu madre niña,
llanto de medianoche y paño roto 
que quitó luna de la sien del muerto.
Sí, tu niñez ya fábula de fuentes.
Alma extraña de mi hueco de venas,
te he de buscar pequeña y sin raíces.
¡Amor de siempre, amor, amor de nunca!
¡Oh, sí! Yo quiero. ¡Amor, amor! Dejadme.
No me tapen la boca los que buscan
espigas de Saturno por la nieve
o castran animales por un cielo,
clínica y selva de la anatomía.
Amor, amor, amor. Niñez del mar.
Tu alma tibia sin ti que no te entiende.
Amor, amor, un vuelo de la corza
por el pecho sin fin de la blancura.
Y tu niñez, amor, y tu niñez.
El tren y la mujer que llena el cielo.
Ni tú, ni yo, ni el aire, ni las hojas.
Sí, tu niñez ya fábula de fuentes.

Federico García Lorca. Poeta en Nueva York




Interpretación del poema: Nieves Soriano Nieto


martes, 28 de mayo de 2013

Viñetas sobre la lectura y texto de Rosa Montero



“Todos tenemos un libro que nos espera, de la misma manera que a todos nos aguarda un amor en algún sitio: la cosa es descubrirlo. Los que no disfrutan con la lectura son aquellos que no han encontrado aún ese libro".


"Las novelas son como los sueños de la Humanidad: ponen palabras a lo que no tiene nombre, dan forma a ese rugiente magma que nos habita. No hay ningún libro, ningún autor imprescindible".





"Pero los libros, en su conjunto, sí son imprescindibles. Si se les impide soñar, las personas enloquecen: está comprobado. De la misma manera, sin novelas, la Humanidad sería mucho más triste y más enferma".





"Las novelas me han dado muchas vidas. He visitado cientos de mundos, he sido dama victoriana, rey medieval y bucanero. He conocido el odio y el amor, la aventura y el vértigo".





lunes, 6 de mayo de 2013

Irene. Leo para ser libre




Irene escapa a una realidad diferente por medio de la lectura.


Este corto de Alejandro Hiraldo sobre el poder de la lectura fue el ganador en el Festival de Cortometrajes de la Feria del Libro de la República Dominicana.




Cubrí con flores
Aquella caligrafía
De trazos rectos.

Unas gotas de luna
Cayeron en mi mano,
Los vientos húmedos
Acercaron el perfil del silencio
Hasta mi rostro.
El espacio vacío
Se llenó con los sueños,
La ausencia
Vagó en la quietud
Del amanecer,
Y encontré indicios
En la voz del aire.

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