Paseos entrañables por Roma
“Mi corazón está completamente conmovido”. Stendhal
Hallé en Roma la vida y la belleza de la que habla Stendhal en Paseos por Roma, pero además el calor de la amistad de un grupo de amigos que hicieron que guarde un recuerdo muy intenso de estos días.
Disfruté del arte con mayúsculas, de la grandiosidad de los edificios, de las calles con rincones secretos, de escaleras eternas, de piedras marcadas por los años historia y de iglesias majestuosas.
Visitamos muchos lugares, algunos ya vistos, y otros nuevos. Nos asomamos al foro, recorrimos el coliseo, nos acercamos a la vía Appia, recorrimos las calles del Trastevere y disfrutamos de su ambiente nocturno. Además, nos alojamos en un lugar privilegiado, situado en una de las colinas más bellas de Roma, el Gianicolo, desde donde se puede disfrutar de vistas maravillosas. El tempietto de Bramante nos recibía todos los días con todo su esplendor renacentista.
Roma me atrapó de nuevo, me llené los oídos con el susurro del agua que te acompaña por todas partes, de los acordes de la guitarra de Miguel Ángel, de las notas de piano de Nieves, del gorjeo de los pájaros y de las risas compartidas por todos.
Mi corazón, después de estos días romanos, está conmovido por la humanidad y la dulzura que encontré en los amigos españoles de Roma. Gracias, Nieves.