sábado, 2 de octubre de 2010

Tomas Tranströmer


Leo en Público que el poeta sueco Tomas Tranströmer es el cadidato con más posibilidades al Nobel de este año. La compañía británica Ladbrokes le ha dado un 5 a 1 en las apuestas, y por este motivo parte como favorito. Dentro de unos días, el 7 de octubre, sabremos si en Ladbrokes han acertado o como viene ocurriendo hay sorpresa.


Una noticia excelente para la poesía que ha hecho que me interese por la obra de este poeta sueco que comenzó a escribir a los trece años, publicando su primera colección de poemas, 17 dikter (Diecisiete poemas) en 1954. Su antología más reciente, Den stora gåtan (Gran enigma), fue publicada en el 2004. Tranströmer ha ganado los premios Bonnier para la poesía, el premio internacional Neustadt para la literatura, el Oevralids, el Petrach de Alemania, y el galardón sueco del Foro Internacional de la Poesía.



El cielo a medio hacer es una colección de 13 libros que recorre desde mediados de los 50 al 2003. En esta colección encontramos lo mejor de la poesía del gran poeta escandinavo. Aquí hallamos libros como 17 poemas (1954), Secretos en el Camino (1958), El cielo a medio hacer (1962), Tañidos y Huellas (1966), Visión Nocturna (1970), Senderos (1973), Bálticos (1974), La barrera de la verdad (1978), La Plaza salvaje (1983), Para vivos y muertos (1989), Góndola fúnebre (1996), Haikus y otros poemas (2003), Visión de la memoria (1996).

He seleccionado algunos de los poemas que más me han emocionado.


ALLEGRO

Después de un día negro toco a Haydn
y siento un humilde calor en las manos.
Las teclas obedecen. Golpean dulces martillos.
El acorde es verde, vivo y sereno.
El acorde dice que la libertad existe
y que alguien no le paga impuesto al césar.
Me meto las manos en los bolsillos Haydn
e imito a alguien que contempla el mundo con serenidad.
Izo bandera Haydn, eso quiere decir:
No nos rendimos. Queremos Paz
La música es un edificio de cristal en la ladera
donde vuelan las piedras, ruedan las piedras.
Y las piedras atraviesan la casa rodando
pero todos los cristales quedan intactos.


ABRIL Y SILENCIO

La primavera yace desierta.
La zanja, oscura como terciopelo
se arrastra junto a mí
sin espejeos.

Tan sólo irradian
las flores amarillas.

Soy llevado en mi sombra
como un violín
en su caja negra.

Lo único que quiero decir
reluce fuera de alcance
como la platería
en la casa de empeños.



EL REINO DE LA INSEGURIDAD

La jefa de oficina se inclina y traza una cruz
y oscilan sus pendientes como espadas de
Damocles.

Así como la frágil mariposa se hace invisible en
el suelo
confluye el demonio con el diario abierto.

Un casco que nadie lleva ha tomado el poder.
La tortuga madre huye volando bajo el agua.



EL NOMBRE

Me adormezco durante el viaje en coche y me detengo bajo
los árboles, junto al camino. Me acurruco en el asiento
trasero y duermo. ¿Cuánto tiempo? Horas. La oscuridad
alcanza a caer.


De pronto estoy despierto y no me reconozco. Estoy bien
despierto, pero eso no me ayuda. ¿Dónde estoy? ¿QUIÉN
soy? Soy algo que despierta en un asiento trasero, algo que se
revuelve, con pánico, como un gato en una bolsa. ¿Quién?


Por fin viene mi vida de regreso. Mi nombre llega como un
ángel. Fuera de los muros suena un toque de trompeta y los
pasos salvadores llegan rápida, rápidamente descendiendo
la demasiado larga escalera. ¡Soy yo! ¡Soy yo!


Pero imposible olvidar la lucha de los quince segundos en el
infierno del olvido, a pocos metros de la carretera por la que
fluye el tráfico con luces encendidas



EL CIELO A MEDIO HACER

El desaliento interrumpe su curso.
La angustia interrumpe su curso.
El buitre interrumpe su vuelo.
La luz tenaz se derrama,
hasta los fantasmas se toman un trago.
Y nuestros cuadros se hacen visibles,
rojos animales de ateliés de la Edad del Hielo.
Todo comienza a dar vueltas.
Somos cientos los que andamos al sol.
Cada persona es una puerta entreabierta
que lleva a una habitación para todos.
La tierra infinita bajo nosotros.
El agua brilla entre los árboles.
La laguna es una ventana a la tierra.



LA PLAZA SALVAJE

Cansado de todos los que llegan con palabras, palabras, pero no lenguaje.
Parto hacia la isla cubierta de nieve
Lo salvaje no tiene palabras.
¡Las páginas no escritas se ensanchan en todas direcciones!
Me encuentro con huellas de pezuñas de corzo en la nieve.
Lenguaje, pero no palabras.



HOJA DE LIBRO NOCTURNO

Una noche de mayo aterricé
en un frío claro de luna
en que la hierba y las flores eran grises
pero el aroma, verde.

Resbalé cuesta arriba
en la noche daltónica
mientras las piedras blancas
señalaban la luna.

Un espaciotiempo
de algunos minutos
cincuenta y ocho años de ancho.

Y tras de mí
más allá de las aguas relucientes cual plomo
estaba la otra costa
y los poderosos.

Gentes con futuro
en vez de rostro.



HAIKUS

Pared de pena...
Palomas van y vienen:
no tienen rostros


Los pensamientos
en calma de mosaicos
en el palacio.


De pie en el balcón,
esa jaula de sol:
como un arcoiris.


Un soplo duro
atraviesa la casa:
son los demonios.




El cielo a medio hacer. Nórdica Libros. Madrid, 2010. Traducción de Roberto Mascaró.

1 comentarios :

Josefina 13 de octubre de 2010, 21:03  

Muy hermosos. Aunque no le hayan dado el Nobel, creo que es un hallazgo.


Cubrí con flores
Aquella caligrafía
De trazos rectos.

Unas gotas de luna
Cayeron en mi mano,
Los vientos húmedos
Acercaron el perfil del silencio
Hasta mi rostro.
El espacio vacío
Se llenó con los sueños,
La ausencia
Vagó en la quietud
Del amanecer,
Y encontré indicios
En la voz del aire.

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