lunes, 31 de agosto de 2009

La caza del carnero salvaje. Haruki Murakami



Un joven publicista treintañero, divorciado y que vive una vida anodina, recibe un día una extraña visita. Su empresa ha publicado un artículo que se ilustra con una fotografía en donde aparecen un grupo de carneros pastando en un valle. Lo que en un principio parece ser una foto sin importancia, resulta ser una amenaza para su estabilidad, la de su empresa y la de su propia vida. Este protagonista anónimo debe encontrar el carnero que aparece en la fotografía con una estrella en el lomo. En esta búsqueda lo acompañará la que es su amante, una joven sin ninguna belleza aparente pero que ejerce un gran magnetismo sobre los demás porque posee unas orejas de una belleza tan extraordinaria que debe llevarlas ocultas. Deberán buscar la pista de El Ratón, quien le envió la foto de los carneros, y amigo del protagonista Éste lleva años en paradero desconocido huyendo no se sabe de qué o de quién.

Novela amena y muy recomendable en la que el lector, junto con el protagonista, narrador anónimo, se interna en la búsqueda del carnero mítico que, cuando es mirado por alguien a quien él elige, posee al espectador. Un carnero que, dice la leyenda, se apoderó de Gengis Khan.

A la brillante narración se unen unas geniales descripciones, ya sea de una estación de trenes, un paisaje nevado, unas orejas magníficas o un gato decrépito, que superan a cualquier imagen. Los escenarios descritos en el libro son tan tangibles, que podemos recrearlos en la mente con una gran facilidad. Muy interesantes resultan sus reflexione sobre la cultura contemporánea.

Murakami vuelve a presentarnos en La caza del carnero salvaje un mundo onírico, distinto al mundo real pero tan real como éste. El libro empieza con tintes de novela policíaca y más tarde pasa al género fantástico y surrealista. Desde las primeras páginas engancha con un estilo muy atractivo y el final de la novela es fantástico.

La caza del carnero salvaje es la culminación de la trilogía compuesta por Escucha al viento cantar y Pinball 1.973 en las que se nos presenta al narrador anónimo y a su amigo Ratón.



El hecho que yo utilizara la foto de los carneros en un anuncio para aquella revista, si se mira desde el punto de vista a), es fruto del azar, pero si se mira desde el punto de vista b), no lo es.


a) Yo andaba buscando una fotografía adecuada para aquel anuncio. En el cajón de mi mesa de trabajo, por azar, había una foto de carneros. Así que la usé. Una armoniosa obra del azar en un mundo lleno de armonía.


b) La fotografía de los carneros estaba esperándome desde hacía tiempo dentro del cajón de mi mesa de trabajo. Aunque no la hubiese usado para aquel anuncio en aquella revista, un día u otro la habría aprovechado para algún trabajo.


La caza del carnero salvaje

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Cubrí con flores
Aquella caligrafía
De trazos rectos.

Unas gotas de luna
Cayeron en mi mano,
Los vientos húmedos
Acercaron el perfil del silencio
Hasta mi rostro.
El espacio vacío
Se llenó con los sueños,
La ausencia
Vagó en la quietud
Del amanecer,
Y encontré indicios
En la voz del aire.

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